¡Muy buenas! Soy Noel Martín Infante y hoy vuelvo al blog para contaros un resumen de mis últimas carreras. La Vuelta Cantabria fue bastante dura. El primer día una cronoescalada con rampas del 14%, una primera parte llama pero un final que hacía dudar si subir un plato o no… Si lo hubiera conocido habría llevado un plato grande más pequeño, como creo que montaron varios. Pero en una rampa así, con el 53 28… hay que subir a 26 km/h para no atrancarse… ¡y eso es ir muy rápido! Y la verdad es que no estaba muy fino después de una semana dura. Además pinché en las últimas rampas, lo que hizo que sentado no fuera a gusto y así es como mejor pedaleo… Aun así cedí 8 segundos, que si hubieran sido 6 creo que podría haber estado en el top 8 en la etapa.
Al día siguiente, típicos repechos de la carrera de Renedo, todo el día arriba y abajo, muy rápido, con una fuga peligrosa que puso en aprietos al líder necesitando ayuda de varios equipos para neutralizar la carrera ya que había mucho nivel y en la que estuvo mi compañero Olivares. Finalmente lo consiguieron, pero en la última subida a La Montaña hubo una caída de un corredor japonés que arrastró a varios y tuve que echar pie a tierra cuando íbamos a 30 km/h. Iba al límite así que no intenté coger de nuevo al grupo porque iba a gastar la bala que me quedaba, cuando había un muro final con rampas peor que la Atalaya, así que decidí guardar fuerzas para el día siguiente. Aunque habíamos gastado bastante llegando con 340w normalizados en 3 horas a la caída, que me dejó fuera de juego.
En la última etapa salía con la idea de guardar un poco para el final porque sabía que iba a hacer mucha pelea por la general. Ahí era donde tenía que “pescar” mientras ayudaba a mi compañero Tom, que estaba delante en la clasificación y muy fuerte, así que trataría de asaltar el podio. Salimos muy rápido, como el día anterior, fuimos a alta velocidad por las onduladas carreteras cántabras: fugas que no valen, látigos en cada curva y tensión para mantener la posición. Tuvimos un susto con una avería de Tom que tuvo que cambiar de rueda pero nos organizamos bien como equipo, le metimos y colocamos delante para que no tuviera problemas.
Llegamos a las últimas dos pasadas por el Churi, con mucho ritmo desde el principio y yo tratando de administrar las fuerzas y el glucógeno que quedaba, ya con 120 km en las piernas a ritmo alto y sin poder comer mucho en carrera. En la última pasada, me amarrñe al último vagón que entró en el grupo de cabeza, sufriendo, pero consiguiendo coger aire bajando para poder esprintar decentemente. Me coloqué bien a falta de 1 km, pero en la última curva me sorprendieron y me vi un poco cerrado. Cuando quise remontar a Lizarte, que lanzó el sprint, me quedé sin hueco y a pesar de que chillé en el sprint, solo pude hacer 4º. Un día muy duro, con 338w en 3 h 30’ y buen sabor de boca final porque conseguí entrar en el grupo de 30 que se jugó la carrera.
Y el pasado fin de semana me acerqué a Pozalmuro (Soria), para correr una bonita prueba que organizaron con cronoescalada el sábado y maratón el domingo. A pesar de que el tiempo estaba cambiante y a mí me cayó una buena tormenta subiendo, fue un placer disfrutar de la gente del pueblo y del entorno. Escuchar los ánimos a todos los corredores y recibir ayuda para cobijarme cuando estaba casi granizando. Pude terminar 2º en la subida, a 4 segundos del intratable ganador pero con buenas sensaciones y quedándome con ganas de volver el año siguiente. Ahora vamos a por el campeonato de España de pista para finalizar la temporada. Como podéis ver… ¡no me aburro! Paso de tándem a carrera, de MTB a velódromo… ¡en la variedad está el gusto!